Para poder disfrutar de la mejor manera de tu piscina durante la estación estival, el cobertor solar es un equipamiento indispensable. Esta cubierta permite conservar la calidad del agua protegiéndola de la tierra, las hojas, los insectos y cualquier otra impureza. Otra característica de esta cubierta es que una de sus superficies está formada por burbujas transparentes. Dichas burbujas crean un efecto «lupa» al incidir los rayos del sol y permiten así conservar el calor del agua e incluso aumentarlo. Las burbujas forman un colchón de aire aislante que permite reducir la evaporación del agua y, en consecuencia, lograr un ahorro de agua nada despreciable. Nuestra selección de cubiertas de verano para piscinas desmontables te garantiza obtener una notable calidad. Su película de polietileno posee un tratamiento anti-UV.
Elige tu cobertor solar en función de la superficie de tu piscina y de su configuración. Según sean tus necesidades y tu presupuesto, elige el acabado idóneo. La cubierta sin ribetes con ojales de plástico resulta la más económica. Por su parte, las cubiertas de verano para piscinas desmontables cosidas en todo el contorno están reforzadas y ofrecen una solidez y una rigidez máximas. El precio y la eficacia de la cubierta de la piscina fluctúan también en función de su espesor y la tecnología utilizada para las burbujas. Práctica, ligera y asequible, el cobertor solar resulta además muy sencilla de instalar. La única precaución que debes tomar es colocar bien la superficie que contiene las burbujas en contacto con el agua. La cubierta de piscina de verano se debe usar por la noche pero también durante el día cuando no se utilice la piscina.
Aunque las piscinas desmontables no necesitan respetar la reglamentación de seguridad, no está de más respetar algunas instrucciones de seguridad para evitar accidentes. Está estrictamente prohibido, por ejemplo, bañarse bajo la cubierta. Además, recuerda retirar la cubierta si hace mucho calor o si va a realizar una cloración de choque. Una concentración de cloro demasiado alta puede dañar las burbujas y, por extensión, la eficacia de tu cubierta. Vigila atentamente la concentración de cloro del agua. Para alargar la vida útil de tu cubierta, enróllala pero no la pliegues, ya que corres el riesgo de explotar las burbujas. Asimismo, nunca expongas la superficie con burbujas a los rayos del sol.